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Que los niños puedan expresar su mundo interior a través de la pintura, los ayuda en tener una mejor toma de decisiones, en estar más motivados y llevar al máximo su imaginación. Existen mil formas de plasmar el arte y la pintura témpera es una de ellas. ¿Sabías que la témpera se creó desde que existían los mamuts?
La pintura témpera tuvo aparición alrededor del 15,000 a.C. en cuevas; en ese entonces, los únicos colores que existían eran el rojo, marrón y negro. Actualmente, miles de años después, contamos con una infinidad de colores qué, además, podemos crear gracias a la combinación de los colores primarios: azul, rojo y amarillo. ¡Increíble!
Este tipo de actividades ayuda a estimular el desarrollo psicomotriz de los pequeños; ya que no solo se enfoca en el desarrollo corporal, sino también en las emociones y sentimientos. Asimismo, aprenden a expresarse libremente y a desarrollar su lado más creativo. Por esta razón, Crayola diseñó las pinturas témperas lavables con colores brillantes base agua, que les permite a los más pequeños tener un mejor manejo del material y en caso de que ensucien su ropa, no tener que preocuparse por las manchas.
Con estas pinturas es más fácil darle forma a las imágenes que los niños tienen en la mente; pueden utilizar sus dedos o bien, experimentar con una brocha, espátula o lo que quieran.
Descubre las posibilidades infinitas que te da el perderle el miedo a la hoja en blanco y deja que los colores se conviertan en el mejor aliado de tu imaginación de la mano de tu hijo.
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Damné Jesús Pérez Irigoyen es diseñador especializado en la generación de contenidos originales con enfoque en la narrativa y promoción de marca. Con 10 años de experiencia, ha participado en el desarrollo de proyectos de animación para cine, televisión y nuevos medios
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